Quincy Point de convirtió en ejemplar selectivo y por el pescuezo, el defensor de la caballeriza MM, se llevó el Clásico Independencia del Nuevo Hipódromo de Las Flores al contener la arremetida de Synoptic; en el sexto lugar y algo sentido cruzó Ritmo Espléndido. Por otra parte en el Hándicap 9 de Julio, la yegua Stormy Flor volvió a demostrar sus atributos. Rodaron los jockeys Fernando Vilches y Ezequiel Castro. Ninguno sufrió consecuencias.
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Hay finales que quedan en la retina de toda aquella persona que es amante a este deporte. Adrenalina al máximo fue el desenlace del Clásico Independencia (1200 metros, reservado para productos de la generación 2014) que consiguió Quincy Point en lo que significaba su primera salida a las pistas. Una carrera para ver una y mil veces.
No es descabellado señalar que al ganador lo salvó el disco. Desde los 300 a la raya, la definición a favor de Quincy Point parecía más sencilla porque se había despegado de todo tipo de amenazas, pero surgió la embestida de Synoptic que casi lo deja con las manos vacías. La yegua, cuya última entrega ocupó el puesto de escolta en el Patria, atacó muy decidida y perdió con honores. El tiempo para las doce cuadras de la arena pesada santafecina quedó registrado en 1m 15s 94/100 y tercero, a varios cuerpos, del mencionado pleito llegó Fireproof.
“En el final, mi potrillo se quedó sin resto. Igualmente considero que es un valioso estreno”, sintetizó el látigo Daniel Díaz, que sumó el segundo Independencia de su trayectoria. Juan Carlos Nieva es el entrenador, a sus pensionistas los atiende en la localidad de Oro Verde; lugar donde realiza los aprontes. A minutos del resultado oficial confesó secretos de su profesión al decir que: “lo preparé con un vareo suave. Eso habla muy bien de sus condiciones. Ayuda en todo”.
El que tuvo una mala tarde fue Ritmo Espléndido, titular del Clásico Patria y uno de los favoritos en la previa. Le costó siempre seguir la intensidad del cotejo y desde mitad de recorrido las chances de triunfo se esfumaron. Llegó sexto. “Cuando cambio de manos parece que sintió el esfuerzo. Quedó rengo”, expresó su jinete Lucas Juárez.
La generosidad del padrillo Pure Prize volvió a ser noticia. En la pasada temporada, por intermedio de sus descendientes que compitieron en los máximos, consiguió la estadística clásica por sumas ganadas. Hace tiempo que se ubica entre los sementales de mejor producción y con ese dato fueron sus propietarios hasta la cabaña donde presta servicios en busca de un hijo y, por lo visto, la elección dio en la tecla.
Durante el 2016 estos mismos colores festejaron con la contundencia de Kiran en este escenario para luego alcanzar prestigio gradual en el césped de San Isidro. Ahora las ilusiones se potencian porque Quincy Point piso con el pie derecho en su incursión y cumplió con creces.
STROMY FLOR REPITIO LA FORMULA DEL APERTURA
Cuando parecía que el futuro de Stormy Flor estaba destinado a la reproducción, el retiro deportivo parece suspenderse y en ese transcurso de los meses sigue en la dulce cosecha. Figura sin discusión alguna del Hándicap 9 de julio de 1816 (1400 metros) al imponerse por cinco cuerpos ante Oco Primo Jugando, en el tiempo de 1m 28s 04/100.
El desarrollo no tuvo mucha paridad. Stormy Flor siempre viajó cómoda y despegó en forma categórica cuando piso el tiro derecho final. A la altura de los 700 metros, Inter Román sufrió la fractura de uno de sus nudos y debió ser sacrificado; su jockey, Fernando Vilches, dio por tierra y Ezequiel Castro – que montaba a Givenchy´s Girl- no pudo esquivarlo y también dio por tierra. Ambos látigos no sufrieron mayores consecuencias, más allá de los golpes por el porrazo.
“Le tomé el tiempo a la yegua. Es muy indócil. Trató que empiece a correr desde los 800 metros para adelante. Tiene un remate explosivo”, sostuvo el piloto Diego Acuña que se reencontró con esta zaina para conformar un equipo que parece imbatible en este tipo de contiendas. Una vez más se hizo fuerte ante los machos, una vez más se lució en Las Flores.